📚: Noviembre y Diciembre 2024
El aire se siente muy frío… ¿más capas de ropa, un café o té? Diciembre es uno de mis meses favoritos: muchos cumpleaños bonitos, transiciones, nieve (aunque en los últimos años cada vez menos) y recibir el Año Nuevo. Diciembre también puede ser un mes difícil, generando soledad y melancolía si no lo gestionamos bien. Es un mes altamente activo a nivel de sociedad y consumo. Pero diciembre es más que eso; es una forma simbólica de decir adiós al año que dejamos ir y de empezar algo nuevo (aunque enero sea horrible, jaja). Libros leídos en noviembre y diciembre: Kawalerka por Weronika Przybylska: Libro pequeñito, pero muy dulce. La historia habla de Pan Józek (el señor Józek), quien vive solo en su kawalerka (un apartamento tipo estudio, es decir, un espacio de una sola habitación que incluye una pequeña cocina o kitchenette y un baño separado). Se siente solo, por lo que desea tener compañía. Se le ocurren algunas ideas, como tal vez adoptar un cerdo, jaja. Sin embargo, todas las ideas le parecen inútiles porque su apartamento es demasiado pequeño.
Días grises
Días grises, chimeneas activas. Días grises, llegar corriendo de una salida y sentir el calor del hogar. Días grises, capas y capas de ropa. Días grises, suéteres de colores, suaves y protectores. Días grises, ojos marrones mirando el cielo gris.
El árbol en mi ventana: Tom
En los últimos lugares donde he vivido, he tenido la grandísima suerte de tener un árbol frente a mi ventana. Es algo bastante único si consideramos el tiempo que toma para que un árbol crezca y el hecho de escoger un lugar sin esperar algo así; es una casualidad bastante linda. En el último lugar, desafortunadamente, después de unos meses de vivir allí, el municipio decidió cortar varios de los árboles que decoraban los alrededores, supuestamente por motivos de seguridad. Antes de que comenzara el proceso, le tomé un montón de fotos. Era casi como si quisiera decirle que su memoria sería conservada. Había estado allí por tantos años, tantas estaciones, y en muy poco tiempo desapareció de mi vista por completo. Fue muy triste, la verdad. Su perímetro era súper grande y duraron muchos días en llevarse la raíz, que luego solo quedó a un lado de la calle. Ahora vivo en otra ciudad y tengo otro árbol frente a mí. No es tan grande como el anterior, pero de nuevo me hizo pensar en ese árbol. El árbol en mi ventana: Tom Había una vez un árbol llamado Tom. Tenía muchos años de vivir en la calle 86.